Ventajas del maiz y sorgo
El maíz y el sorgo son dos producciones complementarias en una explotación agrícola. Sus ventajas complementarios permiten valorar toda la tierra de la granja, asegurar la producción de un stock suficiente de forraje y producir una mercancía con salidas diversificadas para asegurar sus ingresos.
El maíz y el sorgo pertenecen a la familia de las plantas llamadas «C4». En un ambiente cálido y seco, las variedades híbridas europeas tienen la capacidad de perder menos agua a través de la evapotranspiración y tienen una mayor capacidad para capturar CO2 atmosférico. Por lo tanto, son muy eficientes para el secuestro natural de carbono y la producción de biomasa.
Los avances en la selección varietal proporcionan
soluciones avanzadas para que los agricultores respondan al cambio climático.
Producir estos dos cultivos en la granja es técnicamente fácil ya que las rutas técnicas son relativamente cercanas y las intervenciones principales requieren el mismo tipo de equipo. Al elegir variedades adaptadas a sus objetivos y limitaciones, el cultivo de ambas especies también
permite suavizar con el tiempo el trabajo de siembra y de cosecha.
Por lo tanto, es importante conocer los criterios de
selección de variedades para elegir la correcta y tener éxito en su campaña desde el momento de la implantación.
1. Precocidad:
Las variedades se clasifican por su grupo de precocidad. Esto refleja las diferencias en las fechas de floración y el contenido de agua del grano o la materia seca de toda la planta. Por lo tanto, condicionará la duración del ciclo y la velocidad de desecación del grano. La duración del ciclo se define como el período de desarrollo del rendimiento entre
la siembra y la madurez fisiológica. Para resumir, una variedad posterior corresponde a una variedad que tiene un ciclo más largo, por lo que tomará más tiempo alcanzar la madurez fisiológica.
2. Productividad y potencial de retorno
Las variedades tardías son las que tienen mayor potencial de rendimiento. Sin embargo, su ciclo de desarrollo es largo, por lo que no son adecuados para todas las regiones.
Para la producción de granos, las variedades posteriores proporcionan una ganancia de rendimiento si las condiciones climáticas (agua y
temperatura) permiten valorarlas. En situaciones más limitantes, elegir una variedad más temprana permitirá a la planta expresar mejor su potencial.
En cuanto a la producción de forraje, el nivel de precocidad condicionará la fecha de cosecha del sitio y la valorización por parte del rebaño. Una variedad que es demasiado temprana puede conducir a una disminución de la biomasa de toda la planta en comparación con una variedad posterior. Pero estos niveles de precocidad también determinan la calidad del forraje.
3. Tolerancia al estrés hídrico para parcelas no irrigadas
4. Tolerancia a enfermedades como insectos y hongos aburridos
5. Resistencia a la sujeción y al vertido de varillas
Esto incluye las cualidades mecánicas de la planta que lograrán condiciones óptimas de cosecha. Mejorar el rendimiento de las plantas también permite sembrar a densidades más altas, garantizando así la productividad del cultivo.